Stoner, un libro para los perdedores del mundo


Stoner, un libro de John Williams (un escritor del que nunca había escuchado hablar, y mucho menos de esta novela) me cambio para siempre la idea de que un gran argumento es necesario para un gran libro.

Como dice el titulo de este texto, en el fondo Stoner es eso, un libro para los perdedores del mundo, para los que no tienen grandes ambiciones, para los que luchan día a día, los que eligen un lugar en el que refugiarse, un trabajo, una vocación, un hobby. Ese Working Class Hero que alguna vez alabo Lennon, el que lucha en una guerra terrenal, rutinaria, que no otorga grandes galardones ni laureles. O que si los otorga, son en un ámbito acotado, lejos de la notoriedad del gran publico.

Stoner es el verdadero héroe de la clase trabajadora.

William Stoner nace en el campo, a comienzos del siglo XX en la granja familiar, tiene que trabajar la tierra desde pequeño, ordeñar, ocuparse de los animales y no se queja, lo encara y lo acepta como la mayoría de las personas aceptan sus destinos. Va a la escuela pero no destaca, le cuesta casi lo mismo que trabajar en la granja. No posee mas perspectivas que terminar la secundaria para dedicarle mas tiempo a la granja y así ayudar a su padre, que ya esta lo bastante viejo como para que las tareas rurales lo afecten. 
Pero un día algo cambia. Su Padre le dice que seria bueno que vaya a la universidad, a estudiar agricultura, convencido de que eso le depararía a todos un mejor porvenir. El padre no tuvo la oportunidad de estudiar, piensa y le hacen entender,  que debe, con todas las connotaciones de esa palabra, otorgarle esa oportunidad a su hijo.
Así sin mas el joven Stoner deja el campo y se va a la ciudad en busca de un futuro mejor. Lo que el no sabe es que ese viaje es solo de ida, donde encontrara, sin siquiera imaginarlo, su lugar en el mundo.
De ahí en mas todas las pequeñas cosas que Williams narra van construyendo un personaje de los mas común pero tan sincero y noble del que cuesta no encariñarse. Después vendrá la decisión de cambiar de carrera y meterse a la literatura, idea interpuesta por el mismo profesor que le hará notar que su destino es también ser profesor. La guerra y sus muertes injustas, la cobardía, la rutina, el amor, la intransigencia, la soledad. La vida misma.

La novela es llana, al principio parece no enganchar, pero con el correr de las paginas, y sin ningún gancho tramposo, logra la empatía y la ansiedad de ver hacia donde quiere llevar la historia Williams. Nada y todo de maravilloso tiene el final, que hace que uno se regodee en el recorrido de las paginas y sienta, cuando termina de leerlo, que ya no se percibe igual el mundo. Que todos tenemos algo de Stoner. Que también buscamos ese refugio, ese Kibutz cortazariano.




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