La Memoria





Cuando ya no alcancen

ni las miradas ni los besos ni las caricias

Cuando todo esté roto

los corazones y los labios

las sonrisas ya no descongelen 

El aire denso

El desgano 

La apatía

Cuándo los abrazos ya no sean tibios

 y un témpano abrigue más que ese pecho

(solitario abrazo de dos hielos)

y  un te odio reemplacé, en los labios

El te quiero


Debería salvarnos el amor

por qué contenido en ese universo

no sólo debería estar la felicidad 

deberíamos entender que dentro también

Hay lugar para el ándate

Hay lugar para el te odio

Hay lugar y bastante para el no te quiero ver


por qué todos nos sostenemos del pasado

para enfrentar el futuro decididos





Comentarios

José A. García ha dicho que…
Cuando se llega a eso ya es demasiado tarde para cualquier otra cosa.

Saludos,

J.

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