De viajes y ansiedades
Desde que empezó el viaje me estuve preguntando a dónde iría. Queda claro que viajar es contra mi voluntad ya que no puedo hacer mucho al respecto. Me pasa seguido, me veo como un aventurero, un tipo dinámico, en movimiento, pero yo no soy así; me gustan la calma de mi hogar y las charlas que escucho mientras me hago el distraído y me quedo quieto. A veces me abstraigo igual, me quedo pensando en los viajes que pude haber hecho y nunca se animaron a hacer, o sobre las voces que escuché alguna vez, algunas que se me quedaron grabadas, voces graves y resueltas, voces agudas e intensas o esas voces apagadas y tristes que prefiero olvidar. Lo que más me gusta es la música que puedo escuchar de fondo, mientras las charlas animadas la obvian, yo me inserto en los compases y en las melodías, en los sentimientos que se desprenden de las letras. ¿ Cómo pueden estar ahí hablando del tiempo o del vecino o de política ( aunque el tema más recurrente es el trabajo, que gente por dios) mientras suen...