Blood-451














Eusébio se dirigió resignado y molesto hacia el galpón de las máquinas. El patrón lo había mandado a que revisara la nueva cosechadora ultra automática Blood-451. Él no sabia nada de motores pero como Hugo que si sabía había desaparecido, no le quedaba otra. Abrió la compuerta de la mole donde se suponía que estaba el motor. Solo vio un gran contenedor de acero vacío. Sintió que algo lo aferraba y lo metía dentro. Trescientas hectáreas mas cosechadas hasta que la máquina estuviera sedienta de nuevo.

Comentarios

Entradas populares